Escribe sobre mi piel
con la yema de tus dedos
y deja surcos de miel
hasta el final de mis miedos
yo te ofrezco un juego infiel
de locura y fantasía
inmenso como es el día
rotundo como la muerte
hoy es mi día de suerte
hoy ha muerto mi apatía.
Con osadía y cariño
repara mis cicatrices
bésame hasta que agonices
con la dulzura de un niño,
te avisaré con un guiño
si al entrar algo fallase
no temas, pues cuando pase
oirás un leve suspiro
un temblor y un leve giro
a tu llegada a la base.
Y en tanto vuelve el aliento
traza círculos dorados
en mis pechos erizados
libres como lo es el viento
dos soles del firmamento
que de miel están manchados
hasta los poros sembrados
de moldeada cosecha
no dudes, la luna acecha
estos cuerpos descarados.
Alhalil, febrero 2016
Preciosos versos endecasílabos. Están plenos de sensualidad y belleza. Saludos.
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Gracias por tus palabras, y si, mucha sensualidad ,
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